Buenos días
Ya se acaban las fiestas navideñas, y con ello, mucha gente se olvida del espíritu navideño, ese espíritu que hace que quieras hacer cosas por los demás. Lamentablemente, mucha gente actúa de esta forma durante dos semanas al año pero, ¿podríamos de vez en cuando pensar en los demás?
El otro día tuve la oportunidad de conocer de cerca la labor de Intervida y, como en otras ocasiones, me he propuesto destinar una pequeña parte de mi en ayudar a personas que realmente lo necesitan más que nosotros.
En este caso, decidí apadrinar a un niño por 0,60 céntimos al día (al mes son SÓLO 18 euros). ¿Por qué os cuento todo esto? Veréis, muchas veces nos gastamos el dinero en cosas que realmente no nos hacen falta (caprichitos) pero aun así, lo hacemos con ilusión. ¿Por qué no destinar una pequeña parte en ayudar a los niños más desfavorecidos? No tiene por qué ser una cantidad establecida para apadrinar, sino que puede ser menor.
Por otro lado, el apadrinamiento no es solo para ayudar a un niño en concreto sino a su comunidad. Claro que, para hacer este gesto desinteresado tenemos que pensar más en ellos que en nosotros y olvidar por un momento nuestro afán consumista y egoísta que tan sólo hace que nos alejemos de una realidad que puede ser cercana.
Es por eso que hoy quiero hacer un llamamiento a todas esas personas que dispongan de 5 minutos para entrar a la web de Intervida, y a su blog de apadrinamiento para conocer un poco su labor y quién sabe...
Ayudando a los demás es una buena manera de empezar el año
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